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Teslablog #3 - 2012-04-17T00:00:00

No sorprende que Tesla escogiera la exploración marciana para uno de sus videoblogs. A fin de cuentas, la comunicación con posibles civilizaciones extraterrestres constituyó un interés constante a lo largo de su vida, como él mismo declaraba en un artículo en la revista Collier´s Weekly en 1901: "El deseo de saber algo de nuestros vecinos en las inmensas profundidades del espacio no surge de la curiosidad ociosa, ni de sed de conocimiento, sino de una causa más profunda, y es un sentimiento arraigado en el corazón de todo ser humano capaz de pensar".

 

Misiones a Marte hasta 2007 @Bryan Christie ref.NewYorker3327-2017.05.03.4778a.

Al igual que en el Teslablog de la energía del futuro, en este episodio Tesla muestra un excepcional conocimiento de la historia de la exploración del planeta rojo e incluso nos permite conocer sus sentimientos al respecto: la frustración ante las imágenes de la Mariner 4 ("¡Maldita Mariner 4!") que pusieron fin a la idea de un Marte frondoso o la emoción ante las primeras imágenes de los cauces secos marcianos o ante la llegada de las naves Viking; y, por supuesto, su sólida determinación por alcanzar lo que parece inalcanzable.

Quizá la brevedad que exige el formato audiovisual impide a Tesla realizar una descripción más pormenorizada de esa veintena de misiones que han sobrevolado o aterrizado con éxito en el planeta vecino (porque otra veintena ni llegó a despegar, se perdió por el camino o se estrelló contra la superficie -algo que, como bien señala Tesla, a él nunca le hubiera pasado). Por ejemplo, solo se refiere muy brevemente a la soviética Mars 1, la primera misión que intentó acercarse a Marte y que, tras un exitoso despegue en 1962, envió a Tierra numerosas radiotransmisiones; sin embargo, tras recorrer más de cien millones de kilómetros, sufrió algún problema técnico y las comunicaciones se perdieron.

Lo que sí hace Nikola, muy acertadamente, es describir qué supusieron las imágenes de la Mariner 4: "un verdadero jarro de agua fría". La superficie del planeta, plagada de cráteres de impacto, presentaba un desafortunado parecido con la de la Luna. Los cráteres apuntaban a una superficie muy antigua e inerte, que parecía no haber experimentado cambios en miles de millones de años y evidenciaban la carencia de energía interna, pues de lo contrario las huellas antiguas hubieran sido borradas como ocurre en la Tierra. Los datos de la Mariner 4 confirmaron también la bajísima presión atmosférica marciana, y su combinación con las observaciones en tierra demostró que no solo la atmósfera se componía de dióxido de carbono sino que también los polos, presuntamente cubiertos de agua helada, se hallaban recubiertos en realidad de hielo seco o dióxido de carbono sólido.

 

Imagenes Marte Mariner IV

Cráteres marcianos – Mariner 4 - © NASA - ref.NewYorker3327-1965.14.07.2818a

 

No obstante, Tesla se recupera pronto de su decepción y esgrime las excepcionales características del planeta rojo para justificar la necesidad de una exploración profunda, algunas de ellas descubiertas gracias misiones posteriores, como las Mariner 6 y Mariner 7. En las fotografías que estas misiones tomaron en 1969 -de la región ecuatorial y austral respectivamente-, los cráteres acapararon los planos, aunque hubo un par de sorpresas: las imágenes del polo sur mostraban un casquete polar de aspecto joven y cambiante y se descubrieron los “terrenos caóticos”, zonas de hundimiento que se atribuyeron a la fusión del permafrost marciano (una especie de barro congelado que cubre los primeros metros de profundidad del planeta).

 

Casquetes polares - Mariner

Mariner 7 photo showing Olympus Mons @NASA - ref.NewYorker3327-1969.14.11.2819a.

En órbita en torno al planeta

La mención de la misión Mariner 9 nos ofrece la visión de un Tesla emocionado ante el progreso de la exploración espacial, y no es para menos. En 1971, la nave Mariner 9 supuso un importante avance ya que consiguió situarse en la órbita de Marte, a diferencia de las misiones anteriores, diseñadas para realizar observaciones del planeta en un vuelo “de paso”. Tras tres semanas de espera con las cámaras apagadas debido a una tormenta de polvo que cubría toda la superficie marciana, Mariner 9 comenzó un cartografiado sistemático del planeta: los grandes puntos oscuros que desafiaban toda explicación se revelaron como enormes volcanes, entre los que se encuentra, con sus 25 kilómetros de altura, la mayor montaña del Sistema Solar: el Monte Olimpo. La exploración de la región austral amplió el álbum de imágenes de cráteres, aunque también emergieron estructuras totalmente inesperadas: se hallaron redes de canales y afluentes que parecían ríos secos, lo que sugirió que las condiciones en Marte fueron diferentes en el pasado y que el agua líquida fluyó por su superficie. Mariner 9 prosiguió su reconocimiento hacia el norte, topándose con un descomunal sistema de cañones, el Valle Marineris, que se extiende unos cuatro mil kilómetros a lo largo del ecuador del planeta.

 

Mariner 9 fotografía el monte olympus - ref.NewYorker3327-1971.24.12.1818a

Cuando, tras año y medio de actividad, la nave Mariner 9 se quedó sin combustible, había tomado 7329 imágenes de Marte y había provocado un giro en la concepción que se tenía del planeta: el hecho de que, quizá, el agua líquida hubiera corrido por la superficie del planeta y la posibilidad de unas condiciones menos hostiles en el pasado dio un fuerte empujón a la siguiente misión americana, la Viking.

Precisamente, Tesla destaca la puesta en órbita de las naves gemelas Viking, lanzadas en 1975, como uno de los grandes hitos en la exploración marciana. Cada nave estaba formada por un componente orbital y un módulo de descenso y, si bien estaba previsto que funcionaran durante dos años, la misión se prolongó hasta 1982. Gracias a los datos de esta misión, que configuran una amplísima visión del planeta, se confirmó la ausencia de un campo magnético en Marte, así como el gran grosor de la corteza del planeta, que soporta los mayores accidentes geológicos del Sistema Solar. Se obtuvieron abundantes imágenes de los volcanes, cañones y áreas craterizadas, así como de los valles y canales, y se hizo evidente la denominada “dicotomía marciana”, que establece una división entre sus dos hemisferios: el norte, que sólo presenta dunas y se halla situado en una cota entre dos y tres kilómetros inferior al resto del planeta, y el hemisferio sur, plagado de impactos de meteoritos, estructuras geológicas y rasgos de deformación tectónica. También se observaron tormentas de polvo, cambios de presión y transporte de gases en la atmósfera, aunque los experimentos biológicos, que acapararon gran parte de la atención, no encontraron evidencias de vida en ninguno de los lugares que visitaron los módulos de descenso.

 

Viking 1. This photo was taken by the Viking 1 Lander @NASA - ref.NewYorker3327-1975.21.12.1832a

Optimización de objetivos

Otro de los hitos que destaca Tesla nos remite a finales del siglo XX, "cuando un instrumento terrestre, el rover Sojourner, logró, por primera vez, transitar por suelo marciano". En 1996 comenzó el viaje de la nave Mars Pathfinder, la primera misión completada dentro de un programa espacial renovado de la NASA, que apostaba por misiones de bajo coste, rápido desarrollo y con fines científicos muy específicos. Contaba con un módulo de descenso que alojaba el rover Sojourner, instrumentos que se probaron muy efectivos al aportar más de 17.000 imágenes de Marte, así como varios análisis de las rocas y el suelo, además de información sobre los vientos y la climatología del planeta. Las investigaciones apoyaron la hipótesis de un pasado más benévolo en Marte, con agua líquida en su superficie y una atmósfera más densa.

 

Mars Pathfinder @NASA - ref.NewYorker3327-1996.15.10.3432a

Lo que Tesla evita

Dado el profundo conocimiento de la historia de la exploración marciana del que Tesla hace gala, los analistas no pudieron sino sorprenderse al ver que el genial inventor ni siquiera menciona los años de efervescencia marciana, y que llegarían a su clímax en 2003, cuando la Agencia Espacial Europea vio en la órbita marciana su nave Mars Express, al tiempo en que aterrizaban los rover gemelos de la NASA, Spirit y Opportunity, protagonistas de la misión Mars Exploration Rovers. A pesar de la desgraciada pérdida de contacto con el Beagle 2, el módulo de descenso encargado de realizar medidas in situ y de buscar posibles restos de vida, Mars Express lleva ya más de ocho años (y miles de órbitas en torno a Marte) produciendo resultados: realizó la primera detección directa de moléculas de hielo de agua en el polo sur marciano y halló indicios que apuntan a la existencia de pequeñas cantidades de metano en la atmósfera marciana; aunque su cantidad es mínima, resulta interesante porque exige de un proceso que la realimente: el metano reacciona con los iones de hidroxilo de la atmósfera y forma agua y dióxido de carbono, proceso que en unos cientos de años puede acabar con las existencias de metano. Se han propuesto diversos procesos que pudieran reponer el gas perdido, entre los que se halla el aporte de meteoritos o cometas, la actividad volcánica y geotérmica o, la más plausible, la desgasificación de fuentes geotérmicas como manchas calientes (fenómeno que, al contrario que el anterior, sí ha sido detectado). Con quizá demasiada esperanza se barajado otra alternativa, muchísimo menos posible pero más emocionante: en la Tierra, los seres vivos se encargan de abastecer la atmósfera de metano y se ha sugerido que microbios en el subsuelo marciano puedan exhalar este gas como producto de su metabolismo.

 

Hielo de agua en el fondo del crater – Mars express @ESA - ref.NewYorker3327-2009.04.02.2432a

 

Por su parte, los rovers de la NASA también produjeron un continuo flujo de noticias prácticamente desde su amartizaje -Opportunity en Terra Meridiani y Spirit en el cráter Gusev (una región a la que, a diferencia de la misión que la estudió, Tesla SÍ hace referencia en el videoblog). Ambos vehículos han analizado el suelo marciano y aportado diferentes pruebas de que ambas zonas estuvieron, hace mucho tiempo, recubiertas de agua. Entre las pruebas de Opportunity se encuentran el hallazgo de grandes cantidades de azufre en forma de sales de sulfato –en la Tierra, las rocas que contienen mucha sal se formaron en el agua o estuvieron sumergidas en ella mucho tiempo-, la detección de jarosita -un sulfato de hierro hidratado que pudo haberse formado en un lago ácido-, o la toma de imágenes de diversas texturas, como pequeñas esferas o cavidades rocosas, cuya formación parece también relacionada con un prolongado contacto con agua líquida. Por su parte, Spirit, tras taladrar una roca volcánica apodada “Humphrey”, advirtió la presencia de un material brillante en las grietas internas que se asemeja a los minerales que, en la Tierra, cristalizan en agua.

 

Opportunity @NASA - ref.NewYorker3327-2006.11.10.7432a

 

¿Por qué Tesla no hace ni la más mínima alusión a estas misiones? Algunos analistas lo atribuyen a razones de carácter psicológico: quizá Tesla, enemigo de los grandes protagonistas (como lo fueron Edison o Marconi), se niega a dar cancha a unas misiones que ya han tenido una enorme difusión mediática. Otros expertos aluden a motivaciones que se relacionan con su faceta de ingeniero porque, a fin de cuentas, estas misiones no suponen un salto tecnológico importante con respecto a las anteriores. Finalmente, algunos consideran que se trata de una simple edición de vídeo en pro de la brevedad: de hecho, parece que existe un corte abrupto justo antes de la referencia a los hallazgos de la misión Phoenix. ¿Existen escenas de los teslablogs grabadas y nunca emitidas? Esta pregunta, que quizá nunca halle respuesta, suscita acalorados debates entre los expertos.

 

Mars Exploration program - https://mars.jpl.nasa.gov/

ESA Mars express - https://www.esa.int/esaMI/Mars_Express/index.html

 

 

Nota: Resumen Informe psicológico ref.NewYorker3327.T3.: A los ya consabidos patrones de comportamiento de narcisismo (“nunca lanzaría algo al espacio que previamente no funcionara en mi cabeza”), irascibilidad (“¡maldita Mariner 4!”), confusión de la realidad (el sujeto crea en su imaginacion un rover “tesla” cuando en realidad se trata de un robot en bicicleta) y manía de lanzamiento fuera de plano (en este caso ¡el propio robot!), se notifica un nuevo comportamiento: el exacerbado nacionalismo patrio expresado en una delirante interpretacion del himno norteamericano, algo paradójico viniendo de un sujeto nacionalizado.

 

 

 

 

@Todas las imagenes del teslablog pertenecen a NASA/ESA/HUBBLE SPACE TELESCOPE



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